Una hermosa mujer se me acercó y casi rozando su mejilla contra la mía me dijo "Me llamo Rosario y te voy a conocer, pero no voy a dejar que me conozcas, a menos que quieras", a lo que yo respondí "Me das miedo del bueno, y no me animo a pedirte un beso". En ese momento las palabras dejaron de ser necesarias.
¡Cómo te extrañé, puta!
La muy puta
martes, 22 de enero de 2008
2 comentarios:
yo yo pienso:
me reconocerá la muy puta?
me hará muchos reclamos por dejarla por otra?
me cobrará muy caro este abandono?
habrá cambiado mucho?
:)
besosGGuille!!
Mmmm... nah, está igual que siempre: hermosa y puta.
Publicar un comentario