Una hermosa mujer se me acercó y casi rozando su mejilla contra la mía me dijo "Me llamo Rosario y te voy a conocer, pero no voy a dejar que me conozcas, a menos que quieras", a lo que yo respondí "Me das miedo del bueno, y no me animo a pedirte un beso". En ese momento las palabras dejaron de ser necesarias.
¡Cómo te extrañé, puta!
La muy puta
martes, 22 de enero de 2008
Publicado por Guile a las 3:46 2 comentarios
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